Me entristece dejar tan olvidado el Blog... Pero he vuelto, y ahora ¡con mucho más!
Re-abriré el espacio con una pieza que escribí hace un año. Dedicada al hombre de mi vida, mi padre. Este año 2013, será el 3er aniversario de su muerte. Es difícil, y quienes han estado en casos similares lo respaldarán, pasar por las diversas etapas de la muerte de un ser tan querido... El psicólogo le llama las "fases del duelo", el tanatólogo también, yo Elisa, considero que sí, en efecto son fases, pero es un proceso totalmente natural, que de querer acelerar, únicamente empeora la situación actual. Más adelante abundaré en ese tema en especial, por su interesante naturaleza. Por el momento, dejémoslo así.
Últimamente, he estado pensando mucho en mi padre, más de lo normal... Lo extraño bastante, pero de una forma muy distinta a hace un año. Es totalmente normal. No hay nada extraño en ello, añorar a alguien tan cercano es totalmente normal, y es un sentimiento que de afrontar, no debe por qué ocasionar tristeza, enojo, depresión...
Ahora, ya "chorée" demasiado, les dejaré esto. Rápidamente te doy el brief, amig@. Al fallecer mi padre, su cuerpo fue cremado (órdenes suyas, odiaba funerales, velorios y demás "protocolos"), y la mitad de las cenizas estaban en casa. Mi madre decidió sembrar un árbol en el ITC, donde enterraríamos las cenizas y así ya no tenerlas en casa... Se organizó una pequeña ceremonia, el 16 de Agosto 2012 (2o aniversario de muerte). Un día antes, mi madre me dijo y cito: "Pues... ¿por qué no das las palabras?" Mi reacción inicial: WTF! Pensé que no podría, que me quebrantaría y no quería eso, pero dije a mi misma "Mimisma, why not? Give it a shot!" (Cabe mencionar que al día siguiente que falleció mi padre, se hizo una pequeña ceremonia en el ITC, donde el director y diversos maestros dieron palabras, y al final, recuerdo que moría por subir al podio y también decir algo, pero mis piernas se congelaron. Por tal motivo, pensé que esta era mi oportunidad para expresarme y hacer lo que no pude en aquella ocasión. Comencé a redactar y las palabras fluyeron, lágrimas por supuesto también y mientras lo recordaba, lloraba y carcajeaba... ¡Fue bastante liberador! Todo estaba listo y yo también para la pequeña ceremonia...
Al inicio, toqué el tema de las fases del duelo porque no fue hasta este momento, dos años después de que mi padre falleció, tras sembrar el árbol, cuando creo pudimos liberar toda tensión y stress post mórtem que cargábamos. Curiosamente, yo siempre pensé que mi madre lo había "superado" rápidamente; a pesar de mi madre ser una mujer tan fuerte, me topé con la sorpresa que aún no "superaba" la muerte de mi padre... Incluso, me sorprendió el fuerte alivio que vi en su carita, al momento de desprendernos de sus cenizas, hace un año. Creo lo necesitaba. Como mencioné antes, es difícil, y no existe nada en el mundo que pueda hacerte sentir mejor, únicamente expresar tu sentir de mil formas... Sanas, por supuesto (Nunca acudir al alcohol, drogas, comida, juegos, "vagancias" etc.)
Ahora, les dejo lo que le escribí a mi padre para esa ocasión:
Generalmente suelo ser buena con discursos y palabras, sin embrago, tratándose de un panegírico para alguien tan cercano… Es un poco más difícil! Antes que nada, un fuerte agradecimiento de parte mía y de mi familia por acompañarnos este día y recordar con amor a un hombre maravilloso y único: el Dr Arturo Carballo Sandoval… quien para mí, es mi papá!
Educar es predicar con el ejemplo… El secreto está en el respeto al discípulo. Es esto precisamente lo que mi padre representaba, predicaba y vivió hasta el último segundo de su vida.
Mi padre solía decir que no quería flores en su entierro, mucho menos canciones, homenajes o grandes actos conmemorativos posteriores…. Lo bueno es que nunca dijo nada de plantar árboles!
Mi papá siempre decía que todo fuera en vida… Es inútil hacerlo posterior a la muerte… ¿Para qué? Él decía. Personalmente, concuerdo con el en ello. Sin embargo, hoy lo que estamos haciendo es simplemente un acto simbólico para recordar a mi padre, a pesar de que todos los que estamos aquí, sabemos que es difícil no hacerlo. Asimismo, pretendemos con esto plantar un árbol y comenzar un nuevo proyecto para que no pasen desapercibidos aquellos personajes que han sido clave de la institución, cada uno de ellos dejando un legado inigualable y único.
Dudo que alguien aquí no haya conocido al Dr Carballo! Era un pequeño, gran hombre! Su sentido del humor era realmente único y contagioso… Su inteligencia y amor al aprendizaje eran admirables y su pasión por enseñar era verdaderamente extraordinaria.
Arturo Carballo me daba dolores de cabeza, era testarudo y necio, pero terriblemente brillante! A su vez, me hacía morir de risa día con día y sus enseñanzas siempre fueron magníficas. Su sentido común siempre fue preciso, destacaba en todo proyecto que emprendía y fue y sigue siendo una fuerte inspiración para mi y mis hermanos.
Era de esas personas que siempre repetía todo, no cesaba hasta que entendieras lo que quería explicarte… Su paciencia para la docencia era increíble! Y su fortaleza como padre de familia era insólita.
Como todo ser humano, tuvo altas y bajas, sin embargo jamás se rindió. La fortaleza de su carácter podía ser vista en cada una de sus críticas y actos. Incluso, en muchas ocasiones (y si estuviera aquí mi hermano Satish podría testificarlo conmigo) no tenía que hablar para educarnos y exhortar nuestras acciones, bastaba una mirada! Mi padre era para mi, el hombre más fuerte que he conocido, en todos los aspectos. Existen tantísimas cosas hermosas que puedo compartirles sobre el, pero estaríamos todo el día aquí! Creo que basta con recordar ese un momento maravilloso que cada quien tuvo con mi padre.
Siempre extrañaremos todo sobre el… Sus aventuras, sus historias, sus enseñanzas y sobre todo su maravillosa persona! Es difícil caminar día a día sabiendo que ya no está, personalmente como hija, el acostumbrarse a no tener no sólo la figura paterna sino tampoco al maestro en materia de investigación, turismo, economía, ecología, etc… es triste. Sin embargo con los recuerdos que tenemos sobre el, podemos estar en paz e inspirarnos por seguir adelante, y el legado que deja no sólo en nosotros sino en la institución es la clave para sobresalir en todo lo que viene por delante, pues fue una persona ejemplar para nosotros. Arturo Carballo, mi papá, deja una gran huella en esta institución y una fuerte inspiración en nuestra familia. Lo extrañamos, claro está, pero atesoramos sus recuerdos por siempre.
Gracias.
¿La respuesta? Personas que jamás creí verlas tan conmovidas por "despedirse" de mi padre, lo hicieron. Hubo una en especial, que yo jamás creí fuera tan cercana a mi padre, que no dejaba de llorar y al finalizar todo, también veía su rostro lleno de paz. Son "pequeñeces", actos simbólicos que siempre ayudan a dar un paso... No existe absolutamente nada en este mundo que sea "ridículo", cuando se trata de hacer cosas para "superar" la pérdida de un ser querido. Hablar, llorar, gritar, sembrar un árbol, escribir, meditar, recordar, cantar... Todo es válido. Es difícil, lo sé... Sin embargo, debemos liberar todo... Es lo saludable y mejor para todos. A mi, me ayuda mucho escribir, hablar de ello; en ocasiones es curioso porque intento recordar aquellas "boberías" como su aroma por las mañanas, su carcajada, su risa... Mi padre, por ejemplo, tenía una risa muy fuerte, cosa que heredé de él, y siempre se le "salía el chochinito" (aquel sonidito que las fuertes risotadas provocan en algunas personas)... Lo que quiero decir con esto, es recuerden con alegría... Cáguense de risa (y perdón por el cáguense), revivan cada momento alegre... Recuerda que las pequeñeces de la vida, son lo más valioso; aquellos fragmentos en el espacio que nos llenan de dicha, compartidos con seres amados, son lo que hacen de la vida algo sublime.
Hoy por hoy, mis momentos favoritos, aquellos fragmentos que me encantan de la vida, son los Domingos, cuando paso el día con mi madre y hermano. Hemos, con ciertas dificultades, aprendido a cohabitar... Pero aquellos momentitos donde los 3 nos morimos de risa por algo, o probamos un exquisito postre o dona, y podemos compartir esa felicidad... ¡Son únicos! Chismear con mi madre y darme cuenta que también, como a mi, le encanta el chisme, y reírse de las "burradas" de la gente, es maravilloso! Ver cómo el pequeño de la familia se convierte en una gran persona, reflejo de sus padres, es asombroso, y hablar con mi otro hermano, que pese a la distancia sigue siendo mi mejor amigo... Es lo mejor!
Me despido, no sin antes dejarte con una de mis canciones favoritas, canción que no sólo recuerda la muerte de mi padre, pero también me ha ayudado de gran forma a dar esos pasos hacia la liberación. :)
So long, goodbye and enjoy life.